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Vinculados con las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en el marco de las coordinaciones represivas del Cono Sur.

Fondo D2 Mendoza - Departamento de Inteligencia de la Provincia de Mendoza

Área de identidad

Código de referencia

AR UNC D2 Mendoza

Título

Departamento de Inteligencia de la Provincia de Mendoza

Fecha(s)

  • 1973- 1998 (Creación)

Nivel de descripción

Fondo

Volumen y soporte

Extent
2.354 legajos con expedientes; 168 biblioratos; 24 cajas de fichas y Carpetas de prensa

Área de contexto

Nombre del productor

Departamento de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Mendoza (1973-1978)

Historia administrativa

Si bien el recurso a las actividades de inteligencia no fue una política exclusiva a los gobiernos militares y civiles de la segunda mitad del siglo XX, si fue un rasgo especifico la militarización de los organismos de seguridad, información e inteligencia en tanto sus objetivos y conducción quedaron bajo la jurisdicción de las Fuerzas Armadas.
El organismo de inteligencia de las policías provinciales es el Departamento de Informaciones Policiales, identificado al interior de la estructura orgánica con el código D2. Este organismo surgió, en la mayoría de las policías provinciales, a principios de la década del setenta en el marco de ese proceso de militarización bajo las Fuerzas Armadas. Los Departamentos de Informaciones Policiales tienen un antecedente en las Divisiones de Orden Político surgidas dentro de la fuerza en el gobierno de Agustín Pedro Justo (1932-1938).
Bajo la última dictadura militar, el Tercer Cuerpo de Ejército tuvo el control operativo de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en el territorio de la Zona 3, a la cual pertenecía, entre otras, la Provincia de Mendoza. El Gral. Luciano Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, fue responsable de todos los centros de prisión clandestina que funcionaron en dicha zona, entre ellos los ubicados en las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis. A su vez, la Provincia de Mendoza hacia parte de la Subzona 33, cuyo Comando Militar tenía asiento en la ciudad de Mendoza y jurisdicción sobre las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.
La Comunidad Informativa de la Subzona 33 y el Comando de Operaciones Táctico (COT) funcionaban estrechamente ligados. Los resultados de la labor de cada uno eran insumos para las tareas del otro. En la Comunidad Informativa se concentraba la actividad de los servicios de inteligencia de la subzona (nacionales y regionales) como: Destacamento de Inteligencia 144 (Batallón de Inteligencia del Ejército), Departamento 162 de Inteligencia, Regional de Inteligencia Aeronáutica o Servicio de Inteligencia Aeronáutica (SIA), Destacamento de Inteligencia de Gendarmería, Policía Federal Delegación Mendoza, Dirección de Informaciones o Departamento 2 de la Policía de Mendoza, etc. Todo este personal participaba en el secuestro o detención de personas, y en los interrogatorios de detenidos los cuales siempre implicaban tortura, en la eliminación y ocultamiento de quienes hoy son “desaparecidos”.
El Departamento Dos (D-2) de Inteligencia de la Policía de Mendoza fue el Centro Clandestino de Detención (CCD) más importante de Mendoza. Funcionó en un entrepiso en el interior del Palacio Policial. El lugar, ubicado en la intersección de calles Belgrano y Virgen del Carmen de Cuyo, fue inaugurado en 1974 y se encuentra a menos de 500 metros de la Casa de Gobierno.
Los policías que integraban el D-2 conocían los movimientos de los militantes políticos mucho antes del golpe del 24 de marzo de 1976. Ya para esa época, tenían información sobre organizaciones o instituciones políticas, gremiales y sociales. Muchos del D-2 convivían en sus lugares de trabajo habitual con los que luego iban a ser sus secuestrados. Trabajaban como custodios en bancos oficiales y privados, en la Casa de Gobierno, en Tribunales o universidades. Cada vez que se hacía una asamblea de trabajadores o de estudiantes; o se realizaba una protesta, ellos sacaban fotos, tomaban nota y elaboraban informes. Después venía la clasificación por actividades políticas, sindicales, estudiantiles o religiosas.
Una vez sacados de sus casas en operativos casi siempre clandestinos, los detenidos eran encapuchados, golpeados, desorientados y luego trasladados al edificio del Palacio Policial. Las comisarías Séptima, 25º, Quinta, Primera y la Colonia Papagayos eran escalas obligadas antes de llegar al Centro Clandestino. Incluso, Papagayos funcionó con ese objetivo antes del golpe.
El único método para lograr información aplicado en el D-2, eran los tormentos sistemáticos. En el subsuelo, en la sala de acumuladores de la central telefónica, se hacían las sesiones de torturas. Además de los golpes de rigor y la picana eléctrica, también se utilizaban el “submarino seco” y el “submarino mojado”. Para desequilibrar psicológicamente aún más, también había policías que hacían de “buenos” y otros que hacían de “malos”. En las sesiones de tortura que sufrieron los secuestrados del D-2 siempre había un médico. Su rol era auscultar al torturado para evaluar su resistencia física a la picana eléctrica y evitar que el “paciente” se muriera
El máximo responsable del D-2 en los años más duros del terrorismo de Estado en Mendoza fue el comisario Pedro Dante Sánchez Camargo, quien recibía órdenes directas del entonces jefe de Policía, Julio César Santuccione. Sánchez Camargo ocupó ese cargo desde el 21 de julio de 1975 hasta el 1 de diciembre de 1977. El D-2 lo conformaban 55 policías, según un informe que la propia fuerza hizo para la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza el 18 de febrero de 1987. La información correspondía al año 1976.
En Mendoza, durante la última dictadura, funcionaron más de diez Centros Clandestinos de Detención. En estos sitios se alojó a detenidos políticos, algunos fueron luego liberados o remitidos a la Penitenciaría provincial o de otras provincias, el resto, desaparecidos. Si bien el D-2 fue el principal CCD de Mendoza, bajo el ámbito policial también estuvieron la Seccional de Policía Nº 7 de Godoy Cruz (frente a la plaza departamental) y la Seccional Nº 25 de Guaymallén. Como todas las dependencias de la Policía de Mendoza, sirvieron para “reunión de detenidos” de paso entre un CCD y la Penitenciaría, o para su “depósito” previo a su traslado. Allí también se realizaron interrogatorios bajo tortura.
La Penitenciaría de Mendoza era una dependencia utilizada para la legalización (blanqueo) de algunos detenidos desaparecidos. Funcionó en numerosas oportunidades como Centro de Detención, en especial cuando lo dirigió el Comisario Naman García.
Algunos de los integrantes de la Comunidad Informativa vinculados al D2 son:
- Pedro Dante Antonio Sánchez Camargo: estuvo al frente del D-2 de la Policía de Mendoza, el mayor centro clandestino de detención y torturas, desde el 21 de julio de 1975 hasta el 1 de diciembre de 1977. Recibía informaciones de todos los operativos realizados, así como el Comando de Operaciones Táctico (COT). Todos los procedimientos debían ser avalados o respaldados con la presencia de un hombre de Ejército.
- Ricardo Benjamín Miranda Genaro: Comisario Mayor; sucedió a Sánchez Camargo como Jefe del D-2 de la Policía de Mendoza.
- Juan Agustín Oyarzábal Navarro: era el segundo Jefe del D-2. Quedaba a cargo del organismo de Inteligencia cuando Pedro Sánchez Camargo se ausentaba. Oyarzábal era el jefe de la oficina de Operaciones Policiales donde se interrogaba a los detenidos.
- Eduardo Smaha Borzuk y Armando Osvaldo Fernández Miranda: ambos Oficiales Inspectores de la Policía de Mendoza; tenían la tarea de enlace entre el D2 y la autoridad militar. Los dos trabajaban con el Departamento 162 de Inteligencia e integraban el COT.
- Julio César Santuccione: Brigadier de la Fuerza Aérea Argentina y Jefe de Policía de la Provincia de Mendoza desde el 29 de octubre de1974 hasta el 20 de diciembre de 1976. Tuvo activa participación como Jefe de la Policía provincial que se encontraba bajo control operacional de las Fuerzas Armadas, específicamente del Comando de la Subzona 33 a partir de esa fecha.
- Pablo José Gutiérrez Araya: Suboficial de la Policía de Mendoza; se desempeñó en el D-2 entre 1974 y marzo de 1985. Participaba de los interrogatorios y traslados de los prisioneros en el lugar, trabajaba con el fichero en que se volcaba la información obtenida en los interrogatorios.
- Luis Alberto Rodríguez Vásquez: oficial de la Policía de Mendoza; en el D-2 era encargado de la sección investigación de la información y de clasificar la misma para ser volcada a los ficheros correspondientes.
- Roberto Juan Usinger: Suboficial de la Policía de Mendoza; se desempeñó en el D-2 aproximadamente desde 1976. Se desempeñaba en la guardia donde tenía trato directo con los detenidos y en análisis de la información que se volcaba a los ficheros.
- Rafael Isaac Montes: Suboficial de la Policía de Mendoza; se desempeñó en el D-2, en inteligencia; en el período 1975/1984 trabajó en la calle. Bajó a los calabozos del D-2, en oportunidades él mismo abría la puerta de los calabozos para dejar dejarles comida a los presos.
- Carlos Faustino Alvarez Lucero: personal policial, se desempeñó en el D-2 desde 1974 hasta (por lo menos) 1987, en la sección fichero y archivo de información.
- Juan Carlos Quiñones: personal policial, se desempeñó en el D-2 desde 1969/1970 hasta 1984 aproximadamente. En el período 1976/1979 se desempeñaba en el fichero y tenía trato con los secuestrados.

Historia archivística

Origen del ingreso o transferencia

La documentación existente es producto del trabajo de inteligencia realizado sobre los sectores políticos, gremiales, estudiantiles, de delito común, organizaciones sociales, etc. Existe una cantidad considerable de expedientes (legajos), cajas de fichas de personas sobre las cuales se realizaron tareas de inteligencia hasta 1998, biblioratos con recortes periodísticos y con partes policiales. En 1998 se descubrieron en los calabozos del exD-2, los legajos de inteligencia realizados sobre todo el espectro político mendocino. También se recuperaron los libros secuestrados a los presos políticos, detenidos-desaparecidos, etc. Los legajos permanecieron en el Ministerio y éste a través de la prensa comunicó que quienes desearan recuperar su legajo tenían un tiempo determinado para buscarlos. Pasado ese lapso, comunicaron que los legajos no retirados serían incinerados. El 12-09-02 abogados pertenecientes al CELS propusieron que los mismos permanezcan en la Universidad y ofrecieron su colaboración para preservarlos. A partir de ahí organismos y activistas de derechos humanos de la provincia se propusieron realizar la misma tarea que se llevó adelante en La Plata con la documentación de la DIPPBA y se recibió su visita y asesoramiento. El 23 de diciembre de 2002 se presentó la Ley de creación de una Comisión provincial por la memoria y recién en julio del 2004 fue aprobada en el recinto de diputados, pasando a senadores (sin presupuesto ni inmueble). El 4 de abril de 2003 se firmó el convenio con el rectorado de la Universidad mediante el cual la Universidad se constituía en depositaria provisoria del archivo hasta tanto fuera sancionada la ley de traslado del archivo a algún inmueble de los organismos. El 19 de febrero de 2004 en una audiencia en el rectorado se ofreció el asesoramiento de técnicos de la Universidad Nacional de Cuyo, el equipamiento para ordenar los legajos y carpetas y se oficializó el nombramiento de la persona responsable del archivo. En dicha audiencia se encontraba presente el ex jefe de asesores de la Secretaría de DD.HH de la Nación señor Luis Alén. Como los archivos del D-2 pertenecerán a la futura Comisión Provincial de la Memoria de Mendoza (Expte.32228) aprobada en Diputados en julio de 2004 (pero aún no reglamentada), continúan depositados provisoriamente en la Universidad Nacional de Cuyo. El archivo del D-2 ha sufrido varios traslados por lo que está deteriorado. La organización no gubernamental Casa por la Memoria y la Cultura Popular ha participado activamente del ordenamiento y primeras investigaciones de la documentación del fondo y elaboró los primeros instrumentos descriptivos. Más tarde, la universidad llevó adelante la digitalización de los legajos.

Área de contenido y estructura

Alcance y contenido

El fondo documental está integrado por:
• Expedientes de inteligencia con datos filiatorios de la persona, familia, trabajo, etc., dividido en dos secciones: política y gremial, de acuerdo a la actividad principal de la persona (si era dirigente gremial o político o militante de base). En estos documentos se consignaban con detalle las actividades que realizaba: asistencia a actos, activismo estudiantil o gremial, misas recordatorias, etc.
• Biblioratos denominados “mesas” (gremial, política, social, educativa, etc., consistentes en recortes periodísticos e “informes propios”) y “casos” (Terrorismo internacional, caso Guardatti, etc.). Estos incluyen fotos de las personas, declaraciones, recortes de periódicos e informes propios. Los llamados "informes propios" eran el material que la estructura del D-2 enviaba a sus superiores según lo recabado por ellos mismos en los seguimientos.(por ejemplo, si el individuo aparecía en un periódico se adjunta el artículo periodístico junto a un informe de los movimientos registrados). Cada bibliorato se divide en "Mesas", según la actividad de la persona (por ejemplo el expediente del ex-presidente Carlos Saúl Menem dice: "estuvo en tal acto, ver bibliorato nº x, mesa Política”).
• Fichas de cada persona investigada y que remiten a un legajo en particular. Cada ciudadano tiene una ficha pequeña con sus datos personales, obtenidos presuntamente de modo legal y rutinario, por ejemplo, al momento de solicitar algún documento, ya que el D-2 siempre actuó como sede "legal" de la policía de Mendoza para todo trámite de documentación. Si un individuo era sospechado de algo se le escribía además el número de legajo o expediente.
• Carpetas llamadas “Información de Prensa”: son informaciones propias de la oficina de prensa. Incluyen evaluaciones de las actividades de la gente en toda la provincia y del "estado de ánimo" de la población, posibles marchas, datos de detenidos en otros expedientes de personas "semi inocuas", pero relacionadas con el detenido o militante en cuestión. Son miles de hojas con recortes de periódicos.

Valorización, destrucción y programación

La documentación es de guarda permanente.

Acumulaciones

Sistema de arreglo

Área de condiciones de acceso y uso

Condiciones de acceso

Sin información relativa al acceso. Documentación utilizada por la justicia en el marco de causas vinculadas con crímenes de lesa humanidad.

Condiciones

Idioma del material

Escritura del material

Notas sobre las lenguas y escrituras

Características físicas y requisitos técnicos

Instrumentos de descripción

Área de materiales relacionados

Existencia y localización de originales

Existencia y localización de copias

Unidades de descripción relacionadas

Área de notas

Puntos de acceso

Puntos de acceso por lugar

Área de control de la descripción

Identificador de la descripción

AR

Identificador de la institución

Reglas y/o convenciones usadas

Estado de elaboración

Revisado

Nivel de detalle

Parcial

Fechas de creación revisión eliminación

octubre 2013

Idioma(s)

  • español

Escritura(s)

Fuentes

Entrevista con Susana Muñoz, responsable de la Casa por la Memoria y la Cultura Popular de Mendoza
Guía de archivos útiles para la investigación Judicial, Memoria Abierta
Censo-Guía de Memoria Abierta.

Área de Ingreso