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Vinculados com as graves violações aos direitos humanos acontecidas no marco das coordenações repressivas

Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Chile***

Zona de identificação

tipo de entidade

Entidade coletiva

Forma autorizada do nome

Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Chile***

Forma(s) paralela(s) de nome

  • DINA

Forma normalizada do nome de acordo com outras regras

Outra(s) forma(s) do nome

identificadores para entidades coletivas

área de descrição

datas de existência

1974-1977

história

Inmediatamente después del golpe del 11 de septiembre de 1973, se le entregó al General Nicanor Díaz Estrada, de la Fuerza Aérea, la responsabilidad de efectuar la coordinación entre los distintos organismos de seguridad pertenecientes a las distintas ramas de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y que hasta ese momento funcionaban en forma autónoma. Con este fin, Díaz Estrada reunió a los directores de los diferentes organismos – el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), el Servicio de Inteligencia Naval (SIN), el Servicio de Inteligencia de Carabineros (SICAR) y el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA) – y asignó las tareas prioritarias para cada servicio en relación a la represión de la izquierda. Como parte de este proceso, el teniente coronel de Ejército Manuel Contreras Sepúlveda impulsó la creación de un organismo por sobre los distintos servicios de inteligencia que estaría a cargo de organizar la elaboración de información y la labor represiva. Antes de obtener el acuerdo de los jefes de las distintas ramas de las FF.AA, el teniente coronel Contreras ya había comenzado a solicitar las plantas de personal de aquellas instituciones. Existían dudas en cuanto a la creación de la incipiente Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) dado que este organismo carecía de entidad jurídica y además significaría la pérdida de importancia relativa de los otros servicios de inteligencia.
Sin embargo, la Junta militar, y en especial el general Augusto Pinochet, optaron por apoyar la iniciativa, y a fines de noviembre de 1973, Contreras recibió el personal que había solicitado – oficiales y soldados seleccionados – en el regimiento de Tejas Verdes que estaba en ese entonces bajo su comandancia. Entretanto, la incipiente DINA ya había asumido la tarea de interrogar, clasificar y separar a los detenidos de algunos de los principales recintos de detención que existían en aquel momento. Entre ese período y junio de 1974, la DINA entrena a su personal y realiza acciones represivas efectivamente.
Entre 1974 (oficialmente) y 1977, la DINA se hizo cargo del trabajo represivo del Estado chileno bajo el mando del entonces jefe de la Junta Augusto Pinochet. De acuerdo a la Doctrina de Seguridad Nacional – adoptada por el régimen militar desde su inicio para justificar el golpe de estado – en Chile hubo una guerra interna que provocó la represión y eliminación de sectores e individuos percibidos como enemigos del Estado. Dentro de este contexto, la DINA actuó como la principal agencia de represión, deteniendo, torturando, ejecutando y desapareciendo a sus “enemigos”, y efectivamente, llevando a cabo lo que se denomina terrorismo de Estado, o sea, crímenes en contra la humanidad ejecutados por agentes del Estado.
Para efectuar su labor represiva, la DINA usó varios recintos de detención, interrogación y tortura, clandestinos o no, acerca de los cuales existe conocimiento a través de testimonios de sobrevivientes que estuvieron recluidos en aquellos lugares y de otras personas, tales como Villa Grimaldi en Santiago – uno de los principales centros de reclusión e interrogación de la DINA –, Cuatro Álamos, Londres 38, José Domingo Cañas, la Venda Sexy, y el cuartel Simón Bolívar, donde operó la Brigada Lautaro, unidad creada en abril de 1974 para dar protección al jefe de la DINA, el coronel Manuel Contreras, y luego centro de exterminio de los dirigentes del Partido Comunista de Chile (PCCh) y militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
La DINA también instaló su propia clínica en calle Santa Lucía y una red de casas de seguridad para sus agentes, informantes y algunos presos de “trato especial”.
En el exterior, el equipo operativo de la DINA se fortaleció con la creación de una red antisubversiva cuyo fin era coordinar los servicios secretos del continente. Bajo el nombre de “Operación Cóndor” los servicios de seguridad de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, se coordinaron con la DINA para actuar en la detención y neutralización de supuestos focos e individuos subversivos, intercambiando prisioneros, datos y facilitando recursos. Entre las más conocidas operaciones de la DINA en el extranjero es la denominada Operación Colombo, que se llevó a cabo como parte de la Operación Cóndor, y que a mediados de 1975 dio muerte en Argentina a 119 chilenos, que previamente habían sido detenidos por agentes del Estado de Chile. Además se encuentran otros casos, tales como el asesinato en septiembre 1974, en Buenos Aires, Argentina, del que fuera comandante en jefe del Ejército de Chile en el período democrático y Vicepresidente de la República, General Carlos Prats González, exiliado en ese país, y quien murió a raíz de una bomba colocada en su automóvil, que al estallar mató al general y a su esposa, Sofía
Cuthbert.
El 6 de octubre de 1975, un comando de la DINA ametralló en Roma al ex-Vicepresidente de la república de Chile y miembro del partido Demócrata Cristiano, Bernardo Leighton Guzmán y a su esposa, Ana Fresno. En estas acciones internacionales, colaboraron con la DINA, entre otros, varios dirigentes internacionales de la ultraderecha, cubanos anticastristas y Michael Townley, agente DINA/CIA. En septiembre de 1976, ocurre el asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier y su asistente estadounidensea Ronnie Moffit, en las calles deWashington, D.C., Estados Unidos, a causa de una bomba colocada en su automóvil.
Las actividades de la DINA se llevaban a cabo en forma secreta. Las personas eran secuestradas de preferencia de noche; si los arrestos eran de día, se procuraba que no hubiera testigos. Este modus operandi permitía a los agentes practicar los interrogatorios y las torturas sin tener que dar cuenta a nadie. Producto de las torturas aplicadas, muchos secuestrados fallecieron, pasando así a engrosar la lista de detenidos-desaparecidos. Existen numerosos testimonios de liberados que vieron o escucharon en los mencionados centros de tortura a compañeros de los cuales no se ha vuelto a saber. Además, se perpetraron toda clase de abusos (robos en las viviendas allanadas, acciones como amedrentamiento y vigilancia continuada) para que los familiares renunciaran a la búsqueda del secuestrado.
El 13 de agosto de 1977, por Decreto Ley Nº 1878, fue disuelta la DINA, siendo reemplazada por la Central Nacional de Informaciones (CNI), con atribuciones y funciones semejantes a las de su antecesora, pero con dependencia ahora del Ministerio del Interior. La CNI continuó la labor represiva de la DINA y durante su existencia se transformó en el servicio de inteligencia más importante del Estado.
Sobre el marco político tras la disolución de la DINA, es sabido que el ocaso de esta entidad comenzó con el asesinato de Orlando Letelier y Ronnie Moffitt, el año 1976, en Washington, capital federal de los Estados Unidos de Norteamérica. Cuando la involucración de la DINA en el crimen se hizo clara, y se pidió por el Gobierno estadounidense la extradición de algunas de sus cabezas máximas, quedó en evidencia para aquellas autoridades superiores del régimen que aún no lo sabían, o que no lo habían sopesado suficientemente, el poder y la audacia del grupo y de la entidad secreta, así como el perjuicio inmenso que podían causar, no ya a sus víctimas, sino al régimen mismo y al país.

locais

status legal

funções, ocupações e atividades

El régimen de las Fuerzas Armadas y de Orden salió de manos del colectivo de éstas, y aún del colectivo de sus jefes máximos, para centralizarse y unificarse férreamente en la Presidencia de la República/Comandancia en Jefe del Ejército. El Decreto Ley Nº 521, creador de la DINA como servicio público autónomo, lo hizo depender directamente de la Junta. Pero en los hechos ésta no reivindicó tal dependencia, la cual se estableció respecto de la Presidencia de la República. Aún más, algunas ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden organizaron o mantuvieron – ya existiendo la DINA – sus propios servicios represivos, rivales de ella pero indistinguibles en su espíritu.
La acción de la DINA imprimió al régimen un carácter terrorista y estuvo al servicio de su proyecto político (la instauración de una “democracia protegida”) y económico (la implementación pionera del programa neoliberal). Asimismo, el poder omnímodo de la DINA fue decisivo para la consolidación de Pinochet como dictador, consagrada con su nombramiento como Presidente de la República en diciembre de 1974.
Algunas de las atribuciones de la DINA fueron secretas, ya que se publicaron solamente en un anexo de circulación restringida del Diario Oficial. Estas atribuciones quedaron expresas en los artículos secretos 9º, 10º y 11º del Decreto Ley Nº 521, y le otorgaban las siguientes prerrogativas adicionales a la DINA: coordinar todos los servicios de inteligencia; le confería facultades ejecutivas, o sea, de actuar en allanamientos y detenciones; le establecía su estructura interna, validando de hecho las acciones emprendidas por la DINA en los meses anteriores a su existencia legal, y afirmando que sería la continuadora legal de “la comisión denominada DINA, organizada en noviembre de 1973” en ese entonces relacionada con el Servicio Nacional de Detenidos (SENDET).
Dotada de abundante personal, la DINA dispuso además de recursos cuantiosos y una fuerte infraestructura de locales clandestinos o no, medios de comunicación y transporte, y jugó un papel de primera importancia en la represión; sus actividades se extendieron hasta el extranjero. Sus métodos incluyeron el secuestro, la eliminación física de los detenidos, el asesinato y la aplicación de torturas físicas y psicológicas.
• Atribuciónes
A finales de septiembre de 1973 ya estaba en marcha la creación de la DINA. El coronel Manuel Contreras, jefe de la Escuela de Ingenieros del regimiento de Tejas Verdes, había asistido en Santiago a una reunión de inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional donde señaló que las Fuerzas Armadas debían destinar a sus mejores hombres para exterminar a los dirigentes y militantes de los partidos y organizaciones de izquierda.
En octubre de 1973, Contreras asumió el mando de una dependencia secreta que en apariencia pertenecía a la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos (SENDET), un organismo creado a fines de septiembre de 1973 y que funcionaba en el clausurado Congreso Nacional. El 6 de noviembre de ese mismo año, el general Augusto Pinochet le encargó un proyecto para organizar un organismo de inteligencia nacional, que sólo seis días después fue aprobado por la Junta, que designó a Contreras responsable de la Comisión DINA.
El año 1974, mediante el Decreto Ley Nº 521, dictado el 14 de junio, se creó formalmente la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), continuadora – según ese mismo decreto – de la Comisión denominada con igual sigla, organizada en noviembre de 1973.
Acorde el Artículo 1º de esa legislación, la DINA se trataba de un “organismo militar de carácter técnico profesional, dependiente directamente de la Junta de Gobierno y cuya misión será la de reunir toda la información a nivel nacional, provenientes de los diferentes campos de acción, con el propósito de producir la inteligencia que se requiera para la formulación de políticas, planificación y para la adopción de medidas que procuren el resguardo de la seguridad nacional y el desarrollo del país”.
La planta del organismo estuvo constituida por personal de las Instituciones de la Defensa Nacional y, cuando fue necesario, contrató con autorización presidencial personal ajeno a ellas.
El Director de la DINA, designado por Decreto Supremo, quedó facultado para requerir de cualquier servicio, municipio, persona jurídica creada por ley o empresa estatal los informes y antecedentes que estimara necesarios para el cumplimiento de sus cometidos.
El Decreto Ley Nº 521, tal como iba a suceder con más de un centenar de textos legales dictados en los años siguientes, fue conocido sólo parcialmente por la opinión pública, desde que sus artículos 9º, 10º y 11º se publicaron en un anexo de circulación restringida del Diario Oficial, como se ha indicado en el Artículo Uno transitorio de ese Decreto Ley. Al cabo de unos años, empero, se supo que tales artículos permitían a la Junta disponer la participación de todos los organismos de inteligencia de las Instituciones de la Defensa Nacional en funciones propias de la DINA y facultar a ésta para practicar allanamientos y aprehensiones.
El artículo 1º del Decreto Ley Nº 1.009, dictado el 8 de mayo de 1975, dio el primer reconocimiento público de que la DINA tenía facultades para realizar aprehensiones. Este artículo señaló que durante la vigencia del Estado de Sitio los organismos de seguridad notificarían sobre la detención de personas a sus familiares, “cuando procedan – en el ejercicio de sus facultades propias – a detener preventivamente a las personas a quienes se presuma fundamentalmente culpables de poner en peligro la seguridad del Estado”.
Considerando “La conveniencia de estructurar de acuerdo a las actuales circunstancias del acontecer nacional las atribuciones de un Organismo creado en situación de conflicto interno ya superada”, la Junta dictó el Decreto Ley Nº 1.876, derogando el Decreto Ley Nº 521 que había establecido la DINA. El mismo día y a través del Decreto Ley Nº 1.878, la Junta creó la Central Nacional de Informaciones (CNI). Se trataba de un organismo militar especializado, de carácter técnico y profesional, cuyas misiones eran reunir y procesar todas las informaciones a nivel nacional que el Supremo Gobierno requiriera para la formulación de políticas, planes y programas, la adopción de medidas necesarias de resguardo de la seguridad nacional, el normal desenvolvimiento de las actividades nacionales y la mantención de la institucionalidad establecida. No obstante ser una entidad integrante de la Defensa Nacional, la CNI se vinculó al Gobierno a través del Ministerio del Interior, diferente de lo que sucedió a la DINA.

Mandatos/Fontes de autoridade

Estruturas internas/genealogia

Dirección Nacional de Inteligencia (DINA): Dirección de Operaciones. Organograma
Poco antes de ser disuelta, en la DINA funcionaban agrupaciones, unidades, brigadas, departamentos y cuarteles, todos ellos con jerarquías y mandos muy claramente establecidos. En su inicio, la estructura básica de la DINA era la siguiente: Dirección; Estado Mayor; Subdirección.
Al contar con una estructura mejor definida, el Estado Mayor fue reemplazado por una Dirección de Operaciones, que tenía bajo su dirección el Departamento Exterior y el Departamento de Inteligencia Interior.
Del Departamento de Inteligencia Interior dependían la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM), la Brigada de Inteligencia Regional (BIR) y la Brigada de inteligencia Ciudadana (BIC).
La Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM) era la encargada de las operaciones de la DINA en la región Metropolitana. Al ser creada, fusionó bajo su mando a las Brigadas Caupolicán, Purén y Lautaro, que fueron cambiando de manos en la medida que variaron los objetivos. En la Brigada Purén, hasta 1975 dirigida por Raúl Iturriaga y a cargo del combate contra el Partido Socialista, trabajaron muchos oficiales que efectuaron más tarde importantes misiones en el exterior. La Brigada Caupolicán era la más temida. De ella dependían las agrupaciones Águila, Halcón I, Halcón II, Tucán y Vampiro, que ejercían las labores de represión directa. La Brigada Lautaro funcionó en el cuartel Simón Bolívar, ubicado en la comuna de La Reina, en la capital chilena, y fue la encargad del exterminio del Partido Comunista. La Plana Mayor, encargada de labores generales de Inteligencia, apoyaba al director de la BIM. También contaba con su propia sección de logística y administraba las cárceles más importantes de la DINA como Cuatro Álamos y Villa Grimaldi.
La Brigada de Inteligencia Regional (BIR) funcionaba en las capitales regionales y tenía a su cargo todas las operaciones en provincia.
La Brigada de Inteligencia Ciudadana (BIC) tenía como tarea recabar información de las reparticiones públicas, del Registro de Identificación, de hoteles, empresas diversas, hospitales y de clínicas privadas, y estaba integrada solo por civiles.
El Departamento Exterior surgió en abril de 1974 y ya en junio había desarrollado una gran capacidad extraterritorial, con agentes operativos en varios países. Sus misiones básicas eran neutralizar a las personas consideradas enemigos del régimen militar chileno, organizar los viajes de altos funcionarios de gobierno y ejercer control sobre la red oficial en el exterior, es decir los funcionarios asignados a las misiones diplomáticas. Estaba dividida en Cóndor – una agrupación de los servicios de inteligencia de los países del Cono Sur –, Inteligencia y Contrainteligencia. Disponía de civiles de extrema derecha y personal de las tres ramas de las Fuerzas Armadas que ya tenían formación en el área de inteligencia. La mayoría pertenecía a la DINA. También contó con funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y con empleados de empresas chilenas con oficinas en otros países.
Con el tiempo, la estructura interna se fue multiplicando en agrupaciones, unidades, brigadas, cuarteles y departamentos. Los departamentos habrían sido los de: gobierno interior, contrainteligencia, análisis, logística, económica y de operaciones sicológicas para producir su propaganda y contrarrestar la adversa.
El Director de la DINA ejercía un estrecho y directo control del Departamento Económico y del de Contrainteligencia, donde funcionaba la Unidad de Telecomunicaciones. En la DINA fue muy importante el Departamento de Análisis, con labores de archivo y análisis exterior. Este departamento prestaba especial asistencia a los de Operaciones y Económico. Del Departamento de Logística dependían todos los cuarteles, las clínicas, las adquisiciones y la inteligencia electrónica.
Por su vez, el Departamento de Operaciones Sicológicas contaba con una unidad de propaganda y guerra sicológica, una de prensa y otra de relaciones públicas.
También existió la Brigada del Cuartel General que tenía principalmente funciones de custodia del recinto y que, más de alguna vez, también cumplió labores operativas.

contexto geral

Área de relacionamento

área de controle

Identificador da descrição

CL

identificador da instituição

Regras ou convenções utilizadas

Estatuto

Revisto

Nível de detalhe

Mínimo

Datas das descrições (criação, revisão e eliminação)

01/08/2014

Idioma(s)

Script(s)

Fontes


  • CHILE. Biblioteca del Congreso Nacional de Chile / BCN. Ley Chile. Buscador de Leyes. Clique
  • CHILE. Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación – Comisión Rettig. III Tomos. Santiago de Chile: Andros / Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, reedición dic. 1996.
  • ARCHIVO CHILE – Documentación de Historia Político Social y Movimiento Popular Contemporáneo de Chile y América Latina – Centro de Estudios Miguel Enríquez – CEME. Historia de la creación de la DINA. Clique
  • ARCHIVO CHILE – Documentación de Historia Político Social y Movimiento Popular Contemporáneo de Chile y América Latina – Centro de Estudios Miguel Enríquez – CEME. Chile. Organismos de Represión durante la dictadura militar (1973-1990). Clique
  • AMORÓS, Mario. La DINA: el puño de Pinochet.
  • ROJAS, María Eugenia. La represión política en Chile: los hechos. Madrid: IEPALA, 1988.
  • Pesquisa e revisión: Silvia Simões , Jorge E. E. Vivar , Graciela Karababakian

Notas de manutenção

Jorge E. E. Vivar , Graciela Karababakian