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Vinculados com as graves violações aos direitos humanos acontecidas no marco das coordenações repressivas

CADHU (Comisión Argentina de Derechos Humanos)***

Zona de identificação

tipo de entidade

Entidade coletiva

Forma autorizada do nome

CADHU (Comisión Argentina de Derechos Humanos)***

Forma(s) paralela(s) de nome

  • Comisión Argentina de Derechos Humanos
  • C.A.D.HU.

Forma normalizada do nome de acordo com outras regras

Outra(s) forma(s) do nome

identificadores para entidades coletivas

área de descrição

datas de existência

1976 - 1984 -

história

El mes de febrero de 1976, apenas un mes antes del golpe de Estado en Argentina, un pequeño grupo de hombres y mujeres se planteó la conformación de una comisión de derechos humanos que centralizara la denuncia, en el exterior del país, de la creciente represión perpetrada por formas ilegales durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón. Éstas abarcaban no solamente el accionar de la Triple A y de las fuerzas parapoliciales, junto a los grupos fascistas del peronismo como el Comando Nacionalista Universitario (CNU), el Comando de Organización (CDO) y las patotas sindicales, sino que había cada día muestras de un claro involucramiento en aquel accionar clandestino de miembros de las Fuerzas Armadas, que en Tucumán, Córdoba, Salta, y Santa Fe, tenían una abierta actividad ilegal, lo que también era inocultable en tanto en la Capital Federal como en la Provincia de Buenos Aires.
Una semana de acción del golpe militar del 24 de marzo de 1976 bastaron para que la propuesta de crear aquella comisión de derechos humanos terminara de concretarse. La idea central era crear una comisión en la Argentina que sirviera como receptor de las denuncias y de la información y una delegación en el exterior que las hiciera públicas y formulara las denuncias internacionales.
Se marchó entonces con parte de aquellos que habían integrado la Asociación Gremial de Abogados y el Foro por los Derechos Humanos de 1972-73, y a los que fue posible hallar en medio del terror desatado y del consecuente ocultamiento de muchos. De las reuniones entre hombres y mujeres que corrían peligro de muerte en cada encuentro, nació la Comisión Argentina de Derechos Humanos (CADHU).
El núcleo central del proyecto contaba con la pequeña estructura del grupo político representado por Eduardo Luis Duhalde, Haroldo Logiurato, Liliana Galletti, Ignacio Ikonicoff, Marcelo Duhalde y Carlos María Duhalde, y la de hombres muy cercanos, como los conocidos defensores de presos políticos Mario Hernández, Roberto Sinigaglia, Gustavo Roca y Carlos González Gartland.
A ellos se sumaron varios abogados prestigiosos: Mario Abel Amaya, Lucio Garzón Maceda, Manuel Gaggero, Vicente Zito Lema y Daniel Antokoletz. También se integraron a esta tarea otros letrados con menos notoriedad pública, como el secretario judicial Gustavo Varela, Juan Carlos Caprioli y Marta Taboada. Un aporte importante fue la incorporación de Elvira Ellacuría del Castillo, quien además estaba dispuesta, si había algún mínimo margen de legalidad, a asumir la presidencia pública de la CADHU. Junto a ellos, actuaba un conjunto de militantes de diversas estructuras políticas o independientes, como el periodista Alipio Paoletti, Virginia Allende, Alicia Contrisciani, María Bedoian, Manuel Saavedra y muchos otros, con los cuales se estructuró la red informativa, el procesamiento de los datos y el envío al exterior, en las mayores condiciones de precariedad y riesgo.
En ese entones, la principal fuente informativa sobre secuestros y asesinatos era la de las organizaciones revolucionarias, afectadas por las caídas de sus militantes, que transmitían lo que llegaba a su conocimiento a los integrantes de la CADHU en citas en bares públicos en medio del accionar de la dictadura. Concomitante a esta situación se alcanzó una dificultosa comprobación: no existía todavía una red de argentinos en el exterior organizada suficientemente para sostener la denuncia contra la dictadura militar. Para ese entonces no se había producido un exilio masivo y aquellos militantes que estaban en el exterior, con pocas excepciones, o estaban dispersos o se encontraban afectados a tareas partidarias de las organizaciones a las que pertenecían. Ello motivó que la CADHU alentara la salida del país de sus hombres más notorios y con mayor experiencia para hacer público el drama del terrorismo de Estado aplicado masiva y sistemáticamente por la dictadura militar.
Con esa finalidad se produjo, a partir de mediados de 1976, la salida progresiva de hombres que integraban la CADHU y que tomaban el camino del exilio tanto por saber que estaban condenados a muerte por su propia historia militante, como también por su compromiso con llevar adelante la denuncia en forma organizada ante la comunidad internacional.
La CADHU, además, carecía de todo recurso económico para afrontar la tarea que realizaban en el interior del país y también era necesario buscar la solidaridad externa. Un gran apoyo fue conseguido gracias a la tarea previa de sensibilización e información realizada por dos militantes de la CADHU en los Estados Unidos: el ingeniero Gino Lofredo, que tenía la doble nacionalidad argentina y estadounidense; y una joven americana, Olga Talamante, que había estado detenida en la Argentina. Ambos habían establecido una oficina de la CADHU en Washington cerca del Washington’s Dupont Circle. Como parte de lo que sería la característica de la CADHU, ambos comprendieron rápidamente el giro en aspectos de la política exterior americana que siguió a la elección de James Earl Carter como presidente de los Estados Unidos, y prepararon el terreno para la recepción de los testimonios provenientes del interior de la Argentina.
Poco después, tres de los fundadores partieron con destino a México: Carlos González Gartland, Marcelo Duhalde y Carlos María Duhalde, donde organizaron la filial de la CADHU en México, a la que se sumó Rubén Dri y el escritor Humberto Constantini, y un mes más tarde lo hizo Eduardo Luis Duhalde, con destino final a España y con la tarea de organizar la CADHU en Europa. Paralelamente marchaban al exilio otros hombres vinculados con la CADHU, como Alipio
Paoletti, Manuel Gaggero y Vicente Zito Lema, que luego integrarían el Consejo Directivo del Organismo.
Hubo un grupo de destacados argentinos que se encontraban exiliados en Europa, o residían allí, que fueron claves para que la voz de la CADHU adquiriera un impensado peso internacional. Así fue como Rodolfo Mattarollo, Lidia Massaferro, Julio Cortázar, Ricardo Carpani, David Viñas, David Tieffenberg, Matilde Herrera, Julio Le Parc, entre tantos otros, se sumaron a la propuesta de la CADHU, desde el primer momento, tanto en España como en Francia e Italia.
Si bien entre finales de 1976 y principios de 1984, el Consejo Directivo de la CADHU tuvo diversos integrantes, hubo un núcleo central que lo impulsó, fijando su política y que llevó el peso de la denuncia en los diferentes foros: Gustavo Roca, Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Mattarollo, Lidia Massaferro, Tito Paoletti, Marcelo Duhalde, Carlos González Gartland y el Carlos María Duhalde. También en diversos momentos, integraron el Consejo Directivo junto a aquellos, acompañándolos en su labor, Manuel Gaggero, Lucio Garzón Maceda, Enrique Pérez, Roberto Guevara, Pablo Ramos, Martín Federico y Vicente Zito Lema.
Por ese entonces también se creó un Consejo General, una suerte de Asamblea de la CADHU donde estaban buena parte de los intelectuales y personalidades que habían adherido a la Comisión. Marcelo Duhalde y Carlos María Duhalde ejercieron la Secretaría Técnica de la CADHU desde la sede en Madrid, que tuvo a su cargo el desarrollo material del trabajo y la asistencia al Consejo en su actividad internacional. Paralelamente, casi todos los miembros del núcleo inicial de la CADHU que permanecieron en la Argentina fueron progresivamente asesinados o desaparecidos: entre 1976 y 1977, Elvira del Castillo, Haroldo Logiurato, Mario Abel Amaya, Liliana Galletti, Ignacio Ikonicoff, Maria Bedoian, Daniel Antokoletz, Gustavo Varela, Marta Taboada, Virginia Allende, Alicia Contrisciani, y Manuel Saavedra, entre otros, siguieron el mismo camino de Mario Hernández y Roberto Sinigaglia. Así, la Delegación Exterior inicialmente planeada quedó convertida en el Consejo Directivo con actuación solamente en el exterior.
La CADHU tenía tres sedes físicas: Madrid, Paris y Washington. En México, si bien no tuvo sede propia, la representación de la CADHU tuvo singular importancia. También contaba con delegaciones en diversos países de Europa y de América Latina. En Madrid tuvo primero oficinas en la calle Joaquín Garcia Morato 176, y posteriormente en la calle Conde de Xiquena 15, y finalmente en Ramón de la Cruz 17; en París, en la Avenue de Choisy 27 y luego en rue Meslay 16. También tuvo sede en Estados Unidos en 1912 N St. NW Washington.
Los ejes centrales de la actividad internacional de la Comisión Argentina de Derechos Humanos en esos años (1976-1984) fueron:
1.- Buscar un rápido conocimiento de los nuevos hechos represivos ocurridos en el país, para denunciarlos masivamente. La CADHU organizó innumerables conferencias de prensa, principalmente en Madrid, Paris, Roma, Ginebra, Ámsterdam y Ciudad de México.
2.- Sensibilizar a la opinión pública internacional acerca de que lo que ocurría en Argentina era un genocidio, ya que los prisioneros clandestinos eran asesinados, y a la vez incorporar a la terminología internacional dos nuevos conceptos que hasta entonces no eran de uso habitual por parte de la ciencia política ni del movimiento de los derecho humanos: la figura del detenido-desaparecido y la concepción de terrorismo de Estado, como un modelo específico de dominación.
3.- Participar de toda reunión del Parlamento Europeo, Comisión de Derechos Humanos de la ONU y de su Sub-Comisión de Prevención de las Discriminaciones y Protección de las Minorías (actualmente llamada la Subcomisión de Derechos Humanos).
4.- Mantener reuniones con los Presidentes y Jefes de Gobierno de los distintos países, para exponer la raíz terrorista del régimen militar, buscando su aislamiento internacional. Igualmente las misiones permanentes de los países de los cinco continentes en la ONU fueron continuamente entrevistadas por los consejeros directivos.
5.- Hacer grandes eventos. En España el protagonismo de la CADHU fue muy relevante y adquirió la mayor dimensión de todas sus sedes. La oficina de Madrid fue la de mayor desarrollo institucional de la CADHU, junto con su delegación en Barcelona. En España, la CADHU expedía certificaciones para aquellos exiliados que llegaban indocumentados o con identidad falsa como única forma de abandonar sin riesgo el país, sirvieron de base para la regularización ante el Estado español de centenares de ellos.
6.- Coordinar los esfuerzos y las campañas de denuncias con los organismos del exilio argentino y latinoamericano, creados en los distintos países.
7.- Efectuar constantes publicaciones; entre ellas, cabe destacar: “La Iglesia Católica Argentina frente a la dictadura militar”, México, 1977; “Informe presentado ante la UNESCO”, París, septiembre 1977; “Listado de personas secuestradas y desaparecidas”, Washington, 1977; “Mensaje a la Comunidad Internacional”, México, 1980; “Libertad, Justicia y Democracia para Argentina. A cinco años del golpe militar”, Madrid, 1981; “Ex. Ayudante del General Harguindeguy Acusa (testimonio del Inspector PF Rodolfo Peregrino Fernández)”, Madrid, 1983, “Programa de la CADHU para la Argentina” y el importante “Boletín Informativo” que entre 1977 y 1981 se publicó en Paris en ediciones en idioma castellano, inglés y en francés. Singular importancia tuvo la reproducción impresa de alrededor de 25 extensos testimonios de ex detenidos-desaparecidos prestados ante la CADHU, que fueron editados en Madrid y Paris. También se hicieron ediciones en otras ciudades, como la obra “Rendición de Cuentas” de Vicente Zito Lema, editado por CADHU Holanda con prólogo de Julio Cortázar. El libro “Argentina: Proceso al Genocidio” que fue publicado inicialmente por la CADHU en marzo de 1977 en Madrid, constituye el primer libro de denuncia del terrorismo de Estado en la Argentina.
8.- Con fondos recaudados especialmente en Suecia y Holanda, pagar los pasajes para que pudieran exiliarse un alto número de perseguidos, presos liberados y de detenidos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) a quienes se le concediera la opción para salir del país, y a la vez, permitir la reunificación de sus familias.
9.- Hacer campañas internacionales personalizadas, como las realizadas por dirigentes sindicales presos en las cárceles como Alberto Piccinini y Eduardo Jozami o detenidos desaparecidos como Jorge Di Pasquale y Tomás Di Toffino, que contaron con el apoyo de las centrales sindicales europeas y latinoamericanas.
Esta variada actividad internacional en centros neurálgicos de formación de la opinión pública mundial y en las tribunas de las principales organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales, llevó a que la Junta Militar desde temprano considerara a la CADHU como un organismo clave en la denuncia de la violación de los derechos humanos en la Argentina. Tanto es así que Rodolfo Mattarollo y Eduardo Luis Duhalde, habituales representantes de la CADHU, restablecida las formas constitucionales en la Argentina y disuelta ya la Comisión, fueron convocados para ocupar cargos en el sistema de la ONU en su condición de juristas expertos en derechos humanos, pese a no contar con el aval o propuesta de los gobiernos argentinos posteriores a la dictadura militar.
La conciencia del caso argentino creada por la CADHU en las Naciones Unidas llevó a la creación del primer procedimiento temático de derechos humanos en la historia de la organización mundial: el Grupo de Trabajo de cinco expertos independientes sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, encargado de investigar las desapariciones con una finalidad humanitaria. Para consolidar ese Grupo de Trabajo al término de su primer mandato, el Grupo de Abogados Argentinos Exiliados en Francia (GAAEF) organizó en Francia el “Coloquio de París” sobre la política de desaparición forzada de personas. En él que se discutieron diversos proyectos de convención internacional y fue el puntapié inicial del largo trabajo que daría sus frutos finalmente en diciembre del 2006, con la aprobación por la Asamblea General de la ONU de la Convención Internacional sobre Desaparición Forzada de Personas.
Hubo tentativas de asesinato y secuestro a miembros de la CADHU en el exterior: la dictadura intentó el asesinato de Rodolfo Mattarollo en Paris, y el secuestro en Madrid de Eduardo Luis Duhalde con el fin de enviarlo a la Argentina, fracasando en ambos propósitos. La acción de secuestro contra Eduardo Luis Duhalde fue intentada en septiembre de 1978 por un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). En el caso de Rodolfo Mattarollo, se envió a Paris un comando a las órdenes de Aníbal Gordon, y la decisión partió de la Secretaria de Inteligencia de Estado (SIDE).

locais

Madrid, Paris, Whashington, México, Ginebra

status legal

funções, ocupações e atividades

Hay tres aspectos principales de la labor de la Comisión Argentina de Derechos Humanos (CADHU) que son:
1.- El combate cara a cara de sus miembros con los funcionarios internacionales de la dictadura: los integrantes del Consejo Directivo de la CADHU no sólo formularon denuncias y presentaciones, ya que en los foros internacionales donde acudieron representantes diplomáticos de la dictadura argentina, le enrostraron los crímenes y políticas implementadas.
2.- El apoyo externo a los organismos de familiares y de derechos humanos que luchaban tan desigualmente y con tanto riesgo en la Argentina.
3.- La recepción de los testimonios de los sobrevivientes de los campos clandestinos de detención y exterminio y su presentación junto con los testimoniantes ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU a través del Centro de Derechos Humanos de dicha Comisión con sede en el Palacio de las Naciones en Ginebra, Suiza.

El 24 de marzo de 1981 la CADHU lanza, desde Madrid, un Programa Democrático señalando los siguientes puntos:
1º) Liberación de todos los presos políticos y secuestrados.
2º) Esclarecimiento y castigo de todos los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado.
3º) Desmantelamiento del vasto aparato represivo legal e ilegalmente montado por las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad del Estado.
4º) Derogación de la legislación represiva y cese del estado de sitio.
5º) Plena vigencia de las libertades públicas y de las garantías constitucionales.
6º) Ejercicio irrestricto de la actividad política e inmediato llamado a elecciones libres, sin ningún tipo de condicionamiento ni proscripciones.
7º) Entrega de las organizaciones sindicales a los trabajadores, garantizando la vigencia de la democracia sindical.
8º) Cese del genocidio económico, asegurando niveles de vida y de salarios que cubran las necesidades de nuestro pueblo.
9º) Aseguramiento del derecho a la salud, a la educación y a la vivienda.
10º) Constitución de un Poder Judicial autónomo, mediante la sustitución de la actual justicia subordinada al poder dictatorial.

Mandatos/Fontes de autoridade

En su “Mensaje a la Comunidad Internacional”, lanzada en México el año 1980, la Comisión Argentina de Derechos Humanos (CADHU) acusa la Junta Militar argentina de violar diversos artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos así como de la Constitución Nacional argentina. Los puntos señalados en el Mensaje son los siguientes:

1.- Violación del derecho a la Vida (art. 3º de la Declaración Universal de Derechos Humanos).
2.- Violación del derecho a la libertad y a la seguridad individual (art 3º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y arts. 14º, 18º y 19º de la Constitución Nacional).
3.- Sometimiento a torturas y a penas y tratos crueles, inhumanos o degradantes (art. 5º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y art. 18º de la Constitución Nacional).
4.- Arbitrariedad en detenciones, prisiones y destierros (art. 9º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y art.18 de la Constitución Nacional).
5.- Violación de las garantías de la defensa en juicio, del derecho a un proceso justo y un recurso efectivo ante tribunales imparciales (arts. 8º, 10º y 11º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y art. 18º de la Constitución Nacional).
6.- Violación del Derecho de Asilo y las convenciones internacionales que lo rigen (art. 14º de la Declaración Universal de Derechos Humanos).
7.- Violación de los derechos democráticos y del principio de la soberanía popular (art. 21º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y arts. 5º y 31º de la Constitución Nacional).
8.-Violación de los Derechos Sindicales (art. 23º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y art. 14º bis de la Constitución Nacional, y Convenio Nº 87 de la Organización Internacional del Trabajo).
9.-Violación al derecho de la libertad de opinión y expresión (arts. 1º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y art. 14º de la Constitución Nacional).
10.- Violación de las libertades de reunión y asociación (art. 20º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y art. 14º de la Constitución Nacional)).
11.- Violación de los derechos culturales (arts. 26º y 27º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y art. 14º de la Constitución Nacional).
12.- Violación de los derechos sociales (art. 25º de la Declaración Universal de Derechos Humanos y art.14º bis de la Constitución Nacional).
En el Mensaje la CADHU reclama para que todos los organismos e instituciones, gubernamentales y no-gubernamentales, expresen su repudio a ésta conducta del gobierno argentino, reclamen la plena vigencia de los Derechos Humanos en Argentina y condenen en todos los foros internacionales al gobierno militar que usurpa el poder en Argentina.

Estruturas internas/genealogia

contexto geral

Área de relacionamento

área de controle

Identificador da descrição

AR

identificador da instituição

CADHU

Regras ou convenções utilizadas

Estatuto

Revisto

Nível de detalhe

Parcial

Datas das descrições (criação, revisão e eliminação)

Agosto 2014

Idioma(s)

  • espanhol

Script(s)

Fontes


  • PRESIDENCIA DE LA NACIÓN. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Secretaría de Derechos Humanos. Archivo Nacional de la Memoria. Colección institucional
  • DUHALDE, Carlos María. Una breve historia de la CADHU – Comisión Argentina de Derechos Humanos. Colección Cuadernos de la Biblioteca, n. 5. Madrid: Biblioteca de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde – Centro Documental, marzo 2014.

Notas de manutenção